Amor
Hay puertas invisibles que están cerradas frente a nosotros: son las de nuestra
vida afectiva. Y no estamos empleando el lenguaje metafórico: estas puertas son
realidades energéticas de los Registros Akáshicos. Para el 95% de las personas,
sólo depende de sí mismas abrirlas o dejarlas cerradas para siempre. Lograrlo o
no lograrlo depende, a su vez, de una actitud correcta o errónea de nuestro chakra
del corazón. Esta actitud no se razona porque no es lógica, tampoco es innata:
depende directamente de nuestro grado de egoísmo al mirar hacia nuestro lado de
las puertas, o de altruismo al preocuparnos por quienes nos necesitan y están del
otro lado de nuestro portón. Los recursos bioenergéticos de esta categoría lo que
harán es ayudarnos a educar a nuestro chakra del corazón para lograr hacer lo
correcto y así permitirnos dejar de ser prisioneros de nuestra soledad.